¿Qué es liderazgo? Es un conjunto de habilidades gerenciales o directivas que un individuo tiene para influir en la forma de ser o actuar de las personas o en un grupo de trabajo determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo hacia el logro de sus metas y objetivos. También se entiende como la capacidad de delegar, tomar la iniciativa, gestionar, convocar, promover, incentivar, motivar y evaluar un proyecto, de forma eficaz y eficiente. LAS RELACIONES INTERPERSONALES. Son asociaciones entre dos o más personas. Estas asociaciones pueden basarse en emociones y sentimientos como: el amor, el gusto artístico, el interés por los negocios y por las actividades sociales, las interacciones y formas colaborativas en el hogar entre otros. Las relaciones interpersonales tienen lugar en una gran variedad de contextos, como la familia, los grupos de amigos, el matrimonio, los entornos laborales, los clubes sociales y deportivos, las comunidades religiosas y
La caída del bloque socialista fue un acontecimiento muy
importante ya que gracias a ese suceso se dio fin a la muy conocida
"Guerra Fría". Algunos de los factores por los que cayó este régimen
político son los siguientes:
Dos términos se volvieron claves en las transformaciones
operadas en el bloque socialista: la
perestroika (reforma) y la glasnost
(transparencia informativa, impulsadas en 1985 por Mijaíl Gorbachov,
entonces secretario general del Partido Comunista de la URSS, que habría de
tener como desenlace el nacimiento de la
Comunidad de Estados Independientes, el 22 de diciembre de 1991, fecha en que
la URSS dejó de existir como un ente jurídico internacional. Y la terminación de setenta años de poder
soviético, que atrajo a más de 170 pueblos, sometidos por los órganos
represivos del gobierno.
Un verdadero
cambió que afectó a la antigua potencia
socialista, según el cual las contradicciones del socialismo se resolverían en una transición
hacia formas capitalistas.
La democracia socialista debería construir el resorte de
las transformaciones económicas, políticas y sociales que requería el
desarrollo y perfeccionamiento del socialismo, en el cual los obreros tendrían
grandes poderes para intervenir en la gestión de los asuntos del Estado. El
partido Comunista empezó a perder fuerza por errores no corregidos por los
bolcheviques, así como por los abusos de poder que empezaron a gestarse en el
interior del Esado Soviético, con la llegada de Stalin al poder. En principio
las ideas socialistas del siglo XIX, respecto a la propiedad común, la gestión
democrática y la igualdad.
La propiedad común significaba para los bolcheviques, la
propiedad estatal, misma que al desaparecer el Estado se convertía en propiedad
pública.
Lo mismo ocurrió con el ideal de gestión democrática, al
adoptase el sistema de planificación centralizada limitó significativamente el
margen de autogestión de los sindicatos obreros.
Las estructuras económicas y políticas del Estado
soviético se fueron prefigurando de tal modo que permitieron definir la
naturaleza del socialismo real.
Las bases del sistema estalinista ya estaban dadas antes de la Segunda Guerra
Mundial. Estas características consistieron en:
1.- El aislamiento y la confrontación con el mundo
capitalista que, a su vez condujo a la militarización de la sociedad.
2.- El estatalismo, que por el grado de poder que
alcanzó, oprimió a la sociedad, despojándola de la iniciativa y de la
creatividad.
3.- La organización cuasi militarizada, justificada a
partir de la consecución de la
acumulación primitiva la industrialización acelerada y la colectivización
forzosa.
4.- un sistema de partido-Estado monolítico,
gerontocrático, burocrático y totalitario, cuya organización jerárquica inhibió
toda forma de contrapesos democráticos hacia el interior del mismo y hacia
afuera de la sociedad.
En este período, posterior a la Segunda Guerra Mundial,
el socialismo también alcanzó ciertos logros internos y externos, como la
eliminación de la pobreza de masas, el pleno empleo macroeconómico y el
analfabetismo.
En este contexto, el sistema stalinista se volvió anacrónico e irracional, lo que empezó a
evidenciarse en la década de los cincuenta. Con la muerte
de Stalin, en 1953, asciende al
poder Nikita Kruschev, quien hizo algunos intentos por
reformar el socialismo real.
En octubre de 1964, Kruschev es derrocado mediante un
golpe de Estado, siendo sustituido por
Leonid Brezhnev, un dirigente proveniente
de “la vieja guardia stalinista, en cuyo régimen se dio la invasión de
las tropas del Pacto de Varsovia a
Checoslovaquia, para acallar el sueño de
la «primavera de Praga», en 1968, precisamente cuando el orden existente en el mundo -en las esferas públicas y privadas- era severamente cuestionado por la corriente de
la contracultura, simbolizada por el
movimiento estudiantil del «mayo francés», que poco después extendería su
influencia a México.
Al mismo tiempo, la revolución cubana y la guerra de Vietnam mantuvieron abiertas las expectativas en
torno a la viabilidad de la opción socialista.
Otro importante factor que influyó en las posteriores transformaciones en la
configuración del bloque socialista: la
contundente victoria electoral de Solidaridad, en 1981, que puso fin
al monopolio del Partido Obrero
Unificado de Polonia. En la década de los setenta, la URSS amplió su campo de
influencia al intensificarse los
movimientos anticolonialistas en el Tercer Mundo. Este hecho, aunado al
agotamiento del ciclo expansivo del
capitalismo de la posguerra y a los beneficios derivados del aumento de los precios del petróleo para la
URSS, hicieron pensar que, en efecto, este
país se encaminaba a ocupar el primer sitio como Potencia productiva,
asumiendo, al mismo tiempo, el liderazgo
en el campo socialista. En este contexto, la
invasión a Afganistán, en
diciembre de 1979, puede ser vista como el cenit de este aparente poderío alcanzado en la era de Brezhnev.
Posteriormente, como resultado de los cambios impulsados
por Gorbachov, las tropas soviéticas se
retiraron de Afganistán en lo que fue, quizá, la última manifestación del estado soviético de seguir la política
exterior del régimen zarista dentro de la más pura tradición imperial expansionista.
Así, luego de la muerte de Brezhnev Mijaíl Gorbachov se instala en el Kremlin -el
11 de marzo de 1985. el desgaste del
modelo soviético, resultado del centralismo
burocrático y la ausencia de un Estado federal.
Este último factor, más
político que económico, fue el detonante de los conflictos
nacionalistas, interétnicos e
independentistas que emergieron en las repúblicas bálticas, Lituania,
Estonia y Letonia. Brotes de violencia surgieron en Armenia, Azerbaiyán y Georgia. También en
Asia Central se escenificaron conflictos sociales, primero en Kazajstán y luego en Uzbekistán, Kirguizia y
Tadjikistán.
Ya en 1987, en el mes de enero, Gorbachov anuncia
una recomposición de la sociedad
soviética que consistió en:
1. La reestructuración de la-economía (la Perestroika).
2. La intervención de las sociedades multiétnicas de la
URSS en los asuntos de Estado.
3. Y la democratización del sistema político.
En 1989, Boris Yeltsin, junto con 300 diputados
radicales, integraron el Grupo Interregional con el objetivo de frenar a los comunistas conservadores, manifestando
con ello su apoyo a la Perestroika de Gorbachov.
En 1990, Gorbachov introduce el sistema presidencialista,
que excepcionalmente sería elegido por
el Congreso de Diputados del Pueblo.
Sólo hasta 1994 la elección sería por voto universal. Fue así
como Gorbachov resultó electo presidente de la URSS, renunciando a su puesto en el Soviet Supremo.
Boris Yeltsin
reaparece como Jefe del Soviet Supremo de la República Rusa, en franco desafío a Gorbachov Cuando en 1991
Yeltsin pide la renuncia de éste, acusándolo
de «dictador», el gabinete de Gorbachov
entra en crisis.
El 19 de agosto se intentó el golpe de Estado a Gorbachov por parte de
los comunistas conservadores. Luego del fracaso de las negociaciones de Gorbachov para lograr la
firma del Nuevo Tratado de la Unión de Novo Ogariovo- creando la Unión de Repúblicas Eslavas, en Alma Ata, a
la que se unirían, en diciembre del mismo año, las otras dos repúblicas ex soviéticas (Armenia y Moldova), para crear
la Comunidad de Estados Independientes (CEI), quedando fuera Georgia y las tres repúblicas bálticas
(Lituania, Letonia y Estonia). A partir de este hecho, Gorbachov renunció a la
presidencia el 25 de diciembre de 1991, y Boris Yeltsin quedó en su lugar.
Yeltsin nunca
recuperaría su popularidad tras apoyar
la "terapia de choque"
económica de Yegor Gaidar: fin del control de precios de la era soviética,
recortes drásticos en el gasto público y
la apertura al comercio exterior en 1992. Las reformas económicas consolidaron
una oligarquía semicriminal enraizada en el viejo sistema soviético.
La economía rusa encontró el fin del calvario con la recuperación a partir
de 1999 en parte gracias al alza de los
precios del crudo, su principal
exportación aun quedando lejos los
niveles de producción soviéticos.
Tras la crisis financiera de 1998 Yeltsin se encontraba
en el ocaso de su trayectoria.
Sólo unas horas antes del primer día de 2000, dimitió por sorpresa dejando el gobierno en manos de su primer ministro,
Vladímir Putin. En las elecciones presidenciales de Rusia de 2008, Dmitri Medvédev, ganó por amplio
margen a sus opositores en las urnas. Medvédev asumió el cargo en mayo de 2008.
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